miércoles, 16 de marzo de 2011

TRASTORNOS ALIMENTARIOS EN LOS NIÑOS

Los trastornos alimentarios en niños son problemas frecuentes que pueden tener un alto impacto en la salud y en la calidad de vida, con riesgo de retardo del crecimiento, desnutrición e incluso la muerte. Generalmente, los trastornos alimentarios se acompañan de alteraciones emocionales que afectan  el normal desempeño niño en diversas etapas y actividades de su vida diaria.

Los trastornos alimentarios se caracterizan por alteraciones graves de la conducta alimentaria, que se define como el comportamiento relacionado con los hábitos de alimentación, la selección de alimentos, las cantidades ingeridas y las preparaciones culinarias.
 Generalmente, suele hablarse de cinco trastornos alimentarios específicos:
• Anorexia nerviosa
• Bulimia nerviosa
• Trastorno alimentario compulsivo
• Trastornos alimentarios no especificados
• Obesidad


Hay ciertos trastornos alimentarios que están muy relacionados y sujetos a los hábitos alimenticios En ciertos casos,  los trastornos alimentarios tienen una solución inmediata siguiendo una dieta sana, en otros, se tiene que  evitar consumir determinados alimentos. ; tal vez por esto los trastornos no son completamente considerados como una enfermedad, puesto a que están sujetos a soluciones casi inmediatas. Aunque de no tomarse en cuenta inmediatamente, los trastornos alimentarios pueden ir encadenándose y complicar el tratamiento.
Los niños son afectados por las exigencias de la sociedad actual, esto se indica por el elevado número de consultas pediátricas en los últimos años debido a los problemas de alimentación, particularmente en los niños de edades entre 3 y 9 años.
Son sorprendentes las manifestaciones  de anorexia, bulimia y obesidad  frecuentes en niños de tan corta edad, además de estos trastornos tan crecientes en la actualidad y que afectan a muchísimas personas, se halla en los niños con frecuencia el denominado “síndrome de especialización en la comida”; este síndrome nos señala a un niño que es demasiado selectivo en los alimentos que ingiere, solo consume dos o tres marcas o tipos de comida. Los alimentos que escoge no necesariamente son aquellos que no engordan, como se puede observar en la actualidad el niño es bombardeado por la publicidad, además de que en casa no se da la información y guía para llevar una buena alimentación, estos y otros factores llevan al infante a consumir comida “chatarra” (papitas fritas, refrescos, etc.) de determinada marca y como consecuencia, no consuma otro tipo de alimentos.
Algunas causas que afectan a los niños y los llevan a tener algún trastorno alimentario son las siguientes:
  • Desestructuración familiar: la ausencia de estructuras familiares sólidas o familias “desdibujadas” (divorcios, nuevas parejas de los padres)  llevan a que el niño se sienta inseguro.
  • El constante bombardeo publicitario de productos para adelgazar (televisión - Internet) , así como la publicidad de alimentos poco saludables como lo son los alimentos chatarra
  • Existencia de conductas enfermas en el hogar como ser: una madre obsesionada con su cuerpo o algún familiar fóbico.
  • Ausencia de límites impuestos en el niño por parte de los padres: es el caso de los padres excesivamente condescendientes a los caprichos del niño. La falta de información que se le debe bridar al niño sobre una alimentación saludable que va de la mano con fomentar un estilo de vida saludable, hacer ejercicio, y brindarle al niño una alimentación adecuada a su edad y a sus necesidades.

Hay situaciones que los padres deben considerar con sus hijos y su alimentación; la psicóloga, Gabriela Reyes, señala que en algunas etapas del desarrollo del niño es normal que no quiera comer, por lo que los padres sólo deben preocuparse si observan otros síntomas como la tristeza o depresión.




-Como padres, no se debe poner el mal ejemplo a los niños rechazando ciertos alimentos como las verduras.
-Procurar que el ambiente familiar a la hora de la comida sea tranquilo y permita una buena convivencia.
-Tratar de no discutir a la hora de comer.
-No permitir que los menores ingieran alimentos chatarra entre comidas.
-Se debe buscar variedad en los alimentos para no aburrirlos.
-En la hora de comer, no se debe permitir al niño ver televisión, jugar ni leer.
-Los padres deben llevar a sus niños con el pediatra para sus revisiones y así verificar el desarrollo de peso y talla.
Buenos hábitos alimentarios son el punto de partida para una sana y completa alimentación infantil. Los papás deben tener en cuenta ciertos aspectos que permitan hacer de cada comida un disfrute, y que mantengan las necesidades alimentarias del niño cubiertas.
Los trastornos alimentarios son, en última instancia, trastornos mentales con serias repercusiones físicas. Por ello es muy difícil que los problemas puedan afrontarse de manera unilateral: padres, escuela y médicos pediatras y especialistas deben actuar de manera conjunta y articulada.

Referencias bibliográficas :


  • Alimentación.cuidado infantil." trastornos alimentarios. N.p., n.d. Web. 17 Mar. 2011. <http://alimentacion.cuidadoinfantil
  • Anorexia y bulimia. Sobreponerse a tiempo.." Trastornos alimentarios en los ñiños. N.p., n.d. Web. 17 Mar. 2011. <http://www.bulimarexia.com.ar
  • El Siglo de Torreón." Trastornos alimentarios tambien afectan a niños . FABIOLA PÉREZ-CANEDO, n.d. Web. 17 Mar. 2011. <http://www.elsiglodetorreon.com
  • "EducaRed Argentina." ¿Qué son los trastornos alimenatrios? . N.p., n.d. Web. 17 Mar. 2011. <http://www.educared.org.ar>.

ALIMENTACIÓN, HÁBITOS Y COSTUMBRES

Las costumbres y los estilos alimenticios difieren de un conglomerado humano a otro. Las costumbres de algunas de las comunidades  reflejan la forma en que su cultura traza la norma de conducta de los individuos en relación con el alimento, resultando así, que el grupo de individuos pertenecientes a cierta región, adopten un patrón dietético común.
Se ha dicho que las costumbres alimenticias dependen de una combinación de factores psicológicos y bioquímicos. Dentro de ciertos límites, es evidente, que la gente come y prefiere lo que le gusta y considera que le hace provecho.
Los patrones alimenticios se basan en los conocimientos sobre la materia, y en parte, en los países modernos y de gran desarrollo técnico, en la propaganda comercial y en una erudición solida sobres las exigencias de la nutrición
El Dr. Jacques May afirma: “Los factores que rigen la dieta del hombre, pueden clasificarse en esta forma: el hombre come lo que puede encontrar a su alrededor; cuando puede elegir, escoge lo que sus antepasados comieron antes que el.
Hay que señalar que lo que se come debe estar en relación con las necesidades fisiológicas del cuerpo, pues de lo contrario, el conglomerado humano no podrá sobrevivir, afectándole un desequilibrio orgánico.
Cuando los alimentos son suficientes para poder elegir, surgen una serie de hábitos y estilos alimenticios, con sus concomitantes tabúes y prejuicios.
Ya se ha mencionado anteriormente que las costumbres alimentarias varían de un grupo cultural a otro, porque cada uno, en su evolución propia, crea un sistema complejo de normas de conducta. Los individuos situados dentro de una cierta cultura, responden a las presiones de la conducta sancionada por la sociedad en la que se halle, eligiendo, consumiendo y utilizando los alimentos puestos a su disposición.
Estabilidad de normas
Todos los grupos étnicos tienen buen cuidado en instruir a sus niños durante la etapa de su educación, sobre los estilos nutritivos, a fin de que los pequeños sepan lo que se considera alimento y lo que no se refuta como tal. También se les instruye en la conducta sancionada por la sociedad en relación con los alimentos; de esta manera llegan a conocer los limites que les enseñan a rehusar ciertos alimentos, de manera que los impulsos infantiles originales, que inclinan a la satisfacción del hambre, se convierten en apetitos socialmente aceptables
La atención directa de la madre ejerce un influjo importante en las costumbres alimenticias de sus hijos. Ella será capaz incluso de pasar por alto sus gustos personales y obligarle a comer lo que le desagrada, para “dar buen ejemplo”.
Sin embargo, dentro de un mismo grupo étnico, no todos comen lo mismo. Las diferencias en los hábitos alimentarios se originan en la diversidad del ambiente en general, como el clima, o las condiciones de desarrollo, o bien en la variedad de creencias religiosas
El patrón en las comidas
Las influencias culturales y comunitarias no solo determinan los alimentos que han de comerse, sino también los patrones que rigen las comidas, el número diario de ellas, el modo de hacerlas y los utensilios que han de emplearse
Lo acostumbrado nos parece natural; y lo insólito, innatural o sospechoso. Sin embargo, en lo que respecta a los hábitos, , es mas el crédito que debe dárseles que la lógica que puedan tener, y esto vale no solo por lo que toca a muchas costumbres sobre los alimentos que se ingieren , sino también sobre el modo de hacerlo y aun sobre el tiempo en que se hace
Diferencias individuales
Además de las influencias culturales, étnicas y familiares en las costumbres alimenticias, los individuos difieren entres si, como bien sabemos, desde el momento en que nacen. Muchos son los factores que entran en juego para dar al individuo su norma peculiar y propia de alimentación; tales como : la digestión buena o mala, las alergias a ciertos alimentos, tendencias temperamentales, la proporción en que el cuerpo de cada uno trasforma el alimento en energía, el grado de inteligencia, el poder de la imaginación , el efecto de la educación, que hace que el individuo consciente de las necesidades del cuerpo, y sus propios impulsos , elija un cierto modo de vida y de hábitos, en este caso, alimentarios.
Es probable que cada hombre tenga un criterio de conducta alimenticia único. Las diferencias individuales pueden llegar a opacar los hábitos nutritivos comunes dentro de una cultura. Ya antes de nacer, empiezan a construirse socialmente las” inclinaciones naturales” relativas al gusto de cada individuo, según las diferenciadas actitudes al respecto de su clase o grupo social de pertenecía. Así, como señala Patricia Aguirre, de manera inmadura, en que el liquido amniótico “se aprende a gustar”, porque  su composición cambia en función del tipo de alimentos que ingiere la madre; posteriormente, en el periodo de la lactancia, el sabor de la leche materna experimenta cambios sutiles según la ingesta materna.
Por lo tanto, ya desde sus épocas mas tempranas, el niño comienza a interiorizar el universo gustativo característico de la situación social de su familia, con lo que la formación de algo tan “natural” como es el gusto, entendido como la propensión a consumir unos determinados alimentos y a rechazar otros, es un hecho más que contribuye a la reproducción de las diferentes posiciones sociales.
Resumimos las diferencias de patrones alimentarios, colectivas e individuales con la siguiente cita del Boletín de la FAO, en su estudio fundamental número seis “Educación y Preparación en Nutrición”, que dice:
Lo que la gente está dispuesta a comer depende de un sistema complejo de actitudes, ideas y presupuestos, que forman los moldes culturales del lugar. Estos incluyen restricciones religiosas, tabúes, ideas relativas a los meritos o deméritos de un alimento, y otros factores que hasta ahora son poco comprendidos.
Rerefencias bibliográficas:
  • L. Toohuntwer. (1985) .Los alimentos y el hombre. “Alimentación: hábitos y formas”. México: LIMUSA. Pág. 97-109
  • Duran F. (2008) Dirección general de bibliotecas BUAP.  Revista de ciencias sociales. “Globalización, identidad  social y hábitos alimentarios”. Costa Rica: Universidad de Costa Rica.